La educación es un derecho "esencial"


“El derecho a la educación de los chicos y las chicas argentinas debe trascender las diferencias políticas” nos dice Unicef en su posición frente al regreso de las clases presenciales 2021.

Lo comparto totalmente, y me pregunto por qué no se dan cuenta de esto todos aquellos representantes de nuestra sociedad. Pareciera que sólo están ocupados cada uno en defender su postura política y echar tierra a la postura contraria.  

Acá no se trata de estar del lado del gobierno o de la oposición, la discusión es otra.  Necesitamos unificar visiones para lograr darle prioridad a la educación, y sobre todo, a nuestros niños la educación que merecen. 

Todos sabemos que la educación es un derecho, sin embargo, muchos parecen no ver que con la virtualidad éste se ve afectado

¿Cuántos hogares tienen acceso a una buena señal de internet? ¿Con cuántos dispositivos tecnológicos cuentan? Esto es importante especialmente si hay más de un niño en edad escolar en un mismo hogar. 

Por otro lado, ¿cuántos tienen la posibilidad de contar con un adulto responsable que los ayude a realizar las tareas? Esto no es menos importante porque los chicos necesitan acompañamiento en el hogar.

Los últimos datos del INDEC nos indican que la pobreza alcanzó al 42% de los argentinos. Los niños son el grupo más afectado, ya que casi 6 de cada 10 niños son pobres. Las personas bajo la línea de pobreza ya son 19 millones, ¿Y qué con eso? ¿De qué hablamos cuando decimos “estar por debajo de la línea de pobreza”? Significa que las personas en esa condición no están pudiendo cubrir sus necesidades de vestimenta, educación, hogar, esparcimiento, etc.

La brecha educativa entre ricos y pobres es innegable.

¿Cuántos más datos hacen falta para notar que el derecho a la educación está siendo desigual? 

Este tema tiene muchas más aristas para considerar.  No nos olvidemos que además, las escuelas son el espacio donde niños y niñas pueden encontrar a adultos confiables para solicitar ayuda frente a la violencia en su propio grupo familiar.  

En este sentido, la Subcomisión de los Derechos del niño de la Sociedad Argentina de Pediatría afirma que la escuela, además de educar, democratiza el conocimiento, crea lazos sociales y da refugio constituyendo una herramienta de equidad social, especialmente para los grupos más vulnerables.

Teniendo en cuenta todo lo hasta aquí mencionado, ¿el derecho a la educación se enfrenta al derecho a la salud? ¡Por supuesto que no! El cumplimiento de uno no relega el cumplimiento de otro. Ambos deben ser considerados al momento de la toma de decisiones y ejecución de las mismas.

Dejémonos de tejes y manejes para enfrentarnos sin sentido. Basta de desviar la esencia de lo que queremos.

Las clases presenciales son imprescindibles. La necesidad de las mismas es real, no es un mero capricho.  

La educación es un tema que nos incluye a todos y necesitamos trabajar en pos de mejorarla.  Necesitamos encontrar la mejor solución para llevar a cabo este desafío que nos presentó la pandemia. 

En conclusión, y desde mi humilde opinión, la educación debe ser considerada un servicio esencial garantizado por el Estado. 

A su vez, los docentes y demás personal de educación deben contar con los recursos que le garanticen la vuelta a la escuela de forma cuidada.  Esto es fundamental.

No debería ser estar de un lado o del otro el querer que la Educación sea de calidad para todos.  


Silvina G. Carreño

31/05/2021












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